logo
Experiencias de viaje, montaña y mochila.

Cuando el hombre de la van nos dejó en la estación de buses de Bilbao sentí que Santander había sido algo así como un espejismo perdido en alguna dimensión de mi cabeza. Volvía a estar en la esquina en la que había hecho dedo un poco más de 24 horas atrás. Solo faltaba la cortina de lluvia impalpable.-Vi unos lockers ayer. Podemos dejar las mochilas acá y las buscamos antes de...

Mientras un tren de Barcelona a Blanes o a Sitges te sale entre 6 y 10 euros (2016), viajar en auto compartido puede salirte entre 3 y 5, dependiendo de la anticipación con la que te metas a tu cuenta de Blablacar.Y la alternativa de viaje gratuito se abre la puerta tras dar tres pasos básicos:buscar el spot donde hacer dedo, levantar la mano y esperar a que llegue la...

Cada una de mis salidas dieron a la ciudad un color nuevo. Barcelona se transformaba en Barcelona-según-Floren.Se acercaba el verano y se alargaban los días. Las vueltas que al principio traían algo nuevo en cada esquina -como la vez frente a La Pedrera– se me empezaban a hacer tan familiares como lo cotidiano de tomar leche de almendras.Vivir en Gràcia me dejaba sin excusas: las plazas que a la noche se llenaban...

Con la misma ropa que bajé del avión en Barcelona me fui a conocer las casas colgantes del río Onyar de Girona. Fue mi primer encuentro fuera de un libro o una película con la historia europea. Yo a lo Pocahontas: venía del sur más sur del mundo para caminar por calles que parecían los pasadizos que me imaginaba de chiquita cuando jugaba al Rey Arturo.Las calles del centro te transportan directamente...

En enero llegan las 6 de la tarde sin luz. El frío encapsula el cielo y las calles están vacías. Días de impasse entre mi llegada a Barcelona y mi ocupación del piso me dejaron aterrizar de a poco y, más que nada, conocer la Costa Brava.Blanes fue un puerto. Es la primera ciudad de la Costa Brava, si se toma como referencia la entrada desde Barcelona por la autopista C-32 (cobra peaje, creo que de los...

Soñé que caía. A mi lado una pared de piedras negras, como turmalinas. Mi mano no alcanzaba a aferrarse a ellas. El sueño era un salto que me hundía en el aire.Se lo conté a Lu todavía encapsulada en mi bolsa de dormir. Me revivieron unos mates que hicimos sin sentir las manos.Check: primera noche del viaje, superada. Habíamos buscado un lugar más o menos plano bajo la lluvia. Al armar la carpa se...

El cuerpo tiene otro ritmo que empieza a notarse. La noche no da otro tiempo que el de dormir. Un orden diferente para otro espacio entre juegos nuevos. Viajar con alguien es acercarse a alguien que viaja. No se comparte un viaje, se comparten dos experiencias distintas de transitar. Lo que tenemos en común son los puntos de encuentro.Antes del viaje ya supe que conectábamos muy bien. El bosque me limpia las preguntas que...

Fueron días de átomo. El olor a vestuario presente todas las mañanas. No lo intenten en sus casas: con borcegos nuevos y pesados no hay que bajar un cerro corriendo ni hacer de guía de montaña.Lu me hizo Osteopatía. Tuvo un efecto casi inmediato, el cuerpo responde. Hay un encuentro con los estímulos propios, el movimiento real. Aparece un flujo que es parecido al silencio.Rearmé el orden de prioridades. En este viaje me...

Mientras camina volviendo a casa, piensa que bordear el perímetro de su infancia con su talón está muy cerca de esa-cosa-que-llaman-felicidad. Le gusta recrearse en lo olvidado y vuelve a ello por las vías de lo conocido: sin sus pies no habría baldosas frías que reconocer; sin su olfato no habría platos para recordar ni le haría ilusión el humo de una chimenea encendida.Vuelve a casa y con sus dedos roza...